Esta charla fue animada por el vicepresidente de la Universidad Islámica Darul Huda en Idia, Bahaudheen Muhammed Nadwi, sobre el tema “La importancia de la predicación religiosa y el lugar de los predicadores”.
Muhammed Nadwi comenzó subrayando que fue la equidad y la misericordia del Todopoderoso no haber abandonado a la humanidad a su suerte, sino haberles enviado mensajeros y profetas para llamarles hacia Dios. De este modo, los eruditos y los ulemas son investidos de esta misma misión de la Da'wa para invitar a la gente a la unicidad de Dios, a la devoción y al amor al bien para los demás.
A este respecto, el orador abordó cuatro ejes: la Da'wa antes de la llegada del Islam, la Da'wa en el Islam tal y como la practicó el Profeta, la Da'wa en la historia de los musulmanes y la Da'wa en el contexto contemporáneo.
Muhammed Nadwi señaló que el Altísimo ha enviado profetas y mensajeros a los seres humanos, precisando que el Sagrado Corán citó a veinticinco de ellos, todos enviados a sus pueblos en la Península Arábiga y Al Sham durante el periodo comprendido desde Noé hasta el advenimiento del Islam pasando por Ibrahim, Moisés y Jesús, señalando que entre un profeta y otro hay un periodo de indolencia que requiere el advenimiento de un nuevo mensajero.
Asimismo, explicó que el objeto de la predicación de los profetas y mensajeros sigue siendo la creencia en Dios, el Creador, porque el culto a Dios, el Autosuficiente, da sentido a la vida, siendo su finalidad el bienestar del hombre, añadiendo que el mayor problema con el que se encontraron los predicadores y mensajeros fue convencerles de la unicidad divina.
Por otra parte, el orador planteó la cuestión de la llamada a Dios en el contexto contemporáneo, explicando los tipos de llamadas y precisando que la predicación se lleva a cabo hoy en diferentes contextos.
El orador subrayó también la importancia de estar convencidos de que la predicación individual y colectiva no debe instrumentalizarse con fines no religiosos destinados a sembrar la confusión entre la gente en nombre de la religión, y que la predicación requerida en cada época, particularmente la actual, debe basarse en el ejemplo y el modelo a nivel de civilización.
Al término de esta charla, Su Majestad el Rey, Amir Al Muminin, fue saludado por Sheikh Moustapha Sonta, presidente de la Sección de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos y Jalifa general de los Tiyaníes en Costa de Marfil, Abdelhakim Mohamed El Aniss, investigador jefe y miembro de la Gran Instancia de Ulemas en el departamento de asuntos islámicos en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), Abd Al-Fattah Bin Salih Qadish Al-Yafei, supervisor general en el Centro Jairat en Yemen, Abou Bakr Zoubeir Mbouana, presidente de la sección de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos en Tanzania, Mufti de la República y presidente del Consejo Superior tanzano de Asuntos Islámicos, y Ahmed Nour Mohamed Lahlou, miembro de la sección de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos en Chad y Mufti general de la República.
El Soberano fue saludado también por Akram Nadwi, director y uno de los fundadores del Instituto Al Salam en Oxford en Gran Bretaña, Salim Alwan, secretario general de Dar Al-Fatwa en Australia, Omarou Camara Abou Bakr, presidente de la sección de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos en Liberia y presidente del Consejo Nacional Musulmán, Madhar Mohamed Al Hamoui, miembro del Consejo Islámico Superior en Líbano, Muhammad Al-Amine Touray, presidente de la sección de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos en Gambia, Salah Nday, presidente de la sección de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos en Centroafricana y Sheikh Mamadou Abudo Bachi, presidente de la sección de la Fundación Mohammed VI de Ulemas Africanos en Togo.
Al final de esta segunda charla religiosa del mes de Ramadán, el ministro de Habices y Asuntos Islámicos entregó a Su Majestad el Rey, Amir Al Muminin, un facsímil del manuscrito "Dalail Al Jayrat" de Sheikh Mohamed Ben Slimane Al-Jazouli (857H/1453G), con caligrafía de Mohamed Ben Al Kacem Al Qandoussi Al Fassi (fallecido en 1278H/1861G en Fez).
Este manuscrito, cuya copia original se encuentra en la Biblioteca Nacional del Reino de Marruecos con el número 634 G, se distingue por la singular calidad de su caligrafía y de sus ilustraciones.